martes, 24 de octubre de 2017

Ruta Lusitana,1.


Tras el crucero por el mar Báltico y el viaje a Galicia al que me referí en las última entradas y alguna acostumbrada y breve visita a mi pueblo natal, Campillo de Llerena, en la provincia de Badajoz, dábamos por concluido el capítulo de viajes de 2016.

Sin embargo, sobre septiembre de ese año, Eugenia, prima hermana de mi mujer y su pareja, Fernando, nos invitaron a realizar un extenso recorrido a bordo de su coche por tierras portuguesas, desde Sintra y ciudades cercanas, hasta el norte del país.

Viajar en tan grata compañía y con la comodidad que supone hacerlo en una berlina Mercedes de 9 plazas por una zona que ellos ya conocían con detalle (en mi caso la conocía de forma fugaz, por un viaje que hice muchos años atrás desde Sevilla a Orense, desviándome por Portugal), suponía una oferta tan atrayente que no admitía negativa. Así que, cómo no, nos sumamos a aquella expedición que duró desde el domingo 9 de octubre al sábado 15  de ese mes.

A lo atractivo del ofrecimiento, he de añadir que Fernando del Valle es un conocido y experimentado ornitólogo con extensa experiencia internacional, y que por tanto, llevaría su valioso equipo, tanto fotográfico como óptico, lo que nos permitiría ilustrar con calidad nuestras visitas, incluso vivir alguna placentera aventura con la observación de distintas especies de aves.

Precisamente, fue a Fernando a quien, atinadamente, se le ocurrió llamar al recorrido “Ruta Lusitana”.

*Domingo 9 de octubre.

Procedentes de Sevilla, tras rebasar Lisboa por el puente 25 de Octubre, llegamos a Sintra con la hora precisa para aposentarnos en el hotel concertado para tres  noches y salir en busca de un restaurante donde comer.


Después de la comida, sin lugar a reposo alguno como ocurriría durante todo el viaje para así aprovechar al máximo la jornada para visitar lugares y monumentos y contemplar parajes, subimos en primer lugar hasta el Convento dos Capuchos, edificio que actualmente pertenece al Estado portugués, que lo mantiene acondicionado para las visitas.


Se trata de un sencillo complejo religioso con capilla, pequeño terreno de cultivo y horno donde los monjes producían sus propios alimentos. Las celdas, de reducidas dimensiones y en su mayoría, excavadas en galerías a veces tortuosas, junto con los huecos de entrada de escasa altura, obligaban a los monjes a llevar una vida de constante penitencia, a lo que ayudaban las puertas forradas de corcho para el aislamiento acústico y térmico; material que aún se conserva de forma notoria.

El paisaje que se divisa es de gran belleza y todo el entorno inspira un total recogimiento a pesar de la ausencia de vida ascética, ya que los monjes franciscanos que lo habitaban fueron exclaustrados en 1834.  


A continuación marchamos al Cabo da Roca, en el término de Cascais, la punta más occidental de Eurasia. Como se indicaba en un monolito: Aquí onde a Terra se acaba e o mar comença, en palabras de Luis de Camoens, el gran poeta portugués. Llegamos con tiempo de observar en el horizonte marino una maravillosa puesta de sol.


Después, nos dirigimos a la llamada Boca do Inferno, otra zona de acantilados y cuevas del mismo municipio, para contemplar allí los embates del mar. Tras ello, dejamos el coche en un aparcamiento subterráneo y paseamos por las calles de la ciudad y los alrededores de su magnífica fortaleza.
En Cascais cenamos y antes de retornar al hotel pasamos por varias calles de Estoril, freguesía del citado municipio.

*Lunes 10 de octubre.


Ese día lo empleamos para visitar Lisboa, donde paseamos por calles céntricas y sus más amplias y emblemáticas plazas como son la del Rossio y Do Comercio.

Después de una buena caminata, montamos en un típico tranvía que nos trasladó a la parte alta de la ciudad, para contemplar desde sus miradores una bella panorámica urbana.

Regresamos a la parte baja para comer y terminada la comida, pensamos emplear el resto de la tarde en conocer el barrio histórico y monumental de Belem, en la margen derecha del estuario del río Tajo.


Hacia allá nos dirigimos en coche, pero nos sorprendió un continuo atasco por cualquier ruta alternativa que tomábamos, hasta que ya, tensos por la situación, desistimos de nuestro propósito y nos fuimos a pasear por una zona tranquila cercana al río, desde donde se contemplaba el imponente puente Vasco de Gama, con sus más de 12 kilómetros de longitud.
En todo caso, vimos lo suficiente, para afirmar que Lisboa es una preciosa capital, que merece ser visitada y conocida con más tiempo y mayor profundidad.

Finalmente, retornamos a Sintra, donde cenamos.

*Martes 11 de octubre.


Para evitar colas de entrada, ya a primera hora de la mañana, subimos con el coche, a veces dentro del túnel arbóreo en que se convertía el camino, a visitar la Quinta da Regaleira. De tal lugar diré que a principios del siglo XX, un rico brasileño de padres portugueses, mandó construir un lujoso palacio en un extenso terreno rodeado de bosques, jardines, grutas, pequeños castillos… Supone una gozada ver el palacio y recorrer su entorno.

Terminada la visita, viajamos a la costa para pasear cerca de la Praia das Maças y después comer las típicas carnes a la piedra que ofrece el restaurante O Lavrador, en el cercano pueblecito de Cabriz.


A continuación, subimos de nuevo a la frondosa Sierra de Sintra para visitar el Palacio da Pena, residencia por temporadas de los reyes portugueses en el siglo XIX. Nos encantó ese precioso edificio de estilo romántico, así como los jardines que lo rodean. Además, la panorámica desde aquella altura es espectacular. Se puede contemplar incluso la desembocadura del rio Tajo en el Atlántico.


Lo único importante que nos quedó por ver de los monumentos serranos, fue el llamado Castelo dos Mouros, edificio que se divisa desde cualquier punto de Sintra.


Ultimada la visita, nos trasladamos de nuevo a la costa, en esta ocasión a Azenhas do Mar. Entramos en el lujoso restaurante del mismo nombre para tomar una copa de vino de  Oporto en una galería acristalada con vistas a una preciosa cala.

Regresamos a Sintra y antes de recogernos en el hotel, cenamos en el restaurante elegido desde la llegada: el Metamorphosis, donde comíamos bien y siempre fuimos tratados con amabilidad.

A la mañana siguiente, tras el desayuno en el hotel, emprendimos el viaje hacia Oporto, pero ese relato quedará ya para una segunda parte.

15 comentarios:

  1. Buena crónica del viaje, con ella nos has hecho recordar los buenos momentos en vuestra compañía. Estamos deseando leer la segunda parte. Por cierto, lo de experimentado ornitólogo me viene grande, jejeje.

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    1. Como ves, las fotos que ilustran el relato son de alta calidad, tomadas por ti, excepto la de Sintra municipio que no hiciste ninguna y he recurrido a una tirada con mi móvil.
      Después del extenso bagaje de trabajos y recorridos por medio mundo observando aves, creo que es apropiado el calificativo de experimentado...
      La segunda parte está ya en "cartera"
      Abrazos.

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  2. Bueno para mi portugal deberia ser Español ja ja.
    Precioso.
    Yo de chica tengo un recuerdo de quererte vender un arma en portugal, creo.
    Me tragiste regalito y no fue toallas!
    Precioso pero le quitaria el cilantro a las comidas.
    Como siempre disfrutando de tus viajes.
    Besos.

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    1. De acuerdo, hija.Sería ideal una unión voluntaria y armoniosa entre España y Portugal.
      Sí, aquello ocurrió en Oporto. Primero me ofreció tabaco, por lo visto para atraerme, porque
      luego el hombre apareció con la oferta de venderme una pistola que, por supuesto, rechacé.
      Durante este recorrido recordé aquella ruta de hace tantos años, pero, claro, ahora la hemos hecho con más tiempo y detalle.Preciosa.
      Besos.

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  3. Tío, que viaje! Cada detalle es una tentación! Perfecto. 4 adultos, intereses parecidos, sin prisas, buen coche y un país como Portugal. Es un país del que guardo muy buenos recuerdos. Lisboa, Sintra, Coimbra, Oporto. De esos lugares guardo momentos con sabor, color y mucho asombro. Es tan diferente Portugal a España...ese Fado, esa sopa verde, esas fachadas alicatadas, y esa gente con el toque melancólico...
    También estuve en Nazareth
    ..y hace tanto de aquello.
    Leerte ha sido regresar durante un rato a mis viajes por Lusitania.
    Besos
    Tu sobri

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    1. Cierto, dos países muy distintos, pero a la vez muy parecidos, no en vano compartimos el mismo tronco.
      Los intereses políticos y económicos hicieron que viviéramos de espaldas y enfrentados durante mucho tiempo, salvo las zonas fronterizas.
      Afortunadamente, cada vez el acercamiento progresa y mucho me alegraría que se llegara a una armonía total en todos los sentidos.
      Abrazos.

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  4. Impresionantes imágenes! Tengo un compañero que tiene familia en Lisboa y siempre me ha hablado de lo que merece la pena un viaje para conocerla y disfrutarla.
    Tengo que decir por las imágenes que muestras, que la Quinta da Regaleira y el Palacio da Pena me parecen dos lugares asombrosos y dignos de una escapada....larga.
    Y buena compañía llevabas, creo recordar que ya comentaste en alguna otra ocasión sobre Fernando el ornitólogo.
    He disfrutado mucho con esta entrada.
    Besos
    Sharon

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    1. Pues me alegro de que hayas disfrutado. Yo disfrutaría conque viajarais para conocer todo de forma real
      Aún queda una segunda parte que creo también muy interesante. Portugal tiene mucho que ver.
      Pues habré hablado alguna vez de Fernando. Por su afición a la ornitología ha hecho fabulosos viajes, a muchos de ellos lo acompaña Eugenia, la prima de Asun.
      Abrazos.

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  5. .
    Buena ruta y buena crónica de la misma. La mayoría de los españoles tenemos la asignatura portuguesa a medio aprobar y es necesario un mayor conocimiento mutuo entre los dos países hermanos y de paso, fomentar el iberismo.

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    1. Cierto, aunque afortunadamente desde hace años se nota la presencia de infinidad de españoles por el interior de Portugal, lamentablemente, los dos países hermanos hemos vivido de espaldas y tradicionalmente enfrentados por razones políticas y económicas, con la excepción de una fraternal relación de los residentes a ambos lados de la frontera.
      Pues sí, aproveché la oportunidad de fomentar el iberismo comentando con algunas personas que noté receptivas y mostraron su acuerdo. Mucho me agradaría ese acercamiento voluntario y armonioso.
      Portugal tiene mucho que ver y que decir. Nos encantó.
      Bueno, pues falta una segunda parte que no le va en zaga a esta en interés.

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  6. Hola Manuel. Saludos desde el IES UNIVERSIDAD LABORAL de Albacete. Los alumnos del curso 2º Bachillerato están visitando tu blog practicando el uso y gestión de estas páginas.
    Saludos!

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    1. Hola, Luis:
      Ya me ha informado mi sobrino Manolo de tu estancia laboral en Albacete. Te deseo toda la suerte del mundo.
      Me alegra y halaga que los alumnos visiten mi blog. Te doy las gracias.
      En ocasiones viajé por una parte significativa de esas tierras y lo recogí en una entrada el 9-11-2013.
      Cariñosos saludos a los alumnos y alumnas y un fuerte abrazo para ti.

      Un cariñoso saludo para esos alumnos y alumnas y un fuerte abrazo para ti.

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    2. Perdón por la repetición de la despedida.

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  7. Cuánto me alegro que tus viajes con fotos e historia de las mismas, sirvan de estudio a la Universidad de Albacete.

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    1. Y cuanto me alegra que las leas y comentes.
      Como ya te he comentado aparte, animaros Antonio y tu para hacer un recorrido por Portugal. Merece la pena y lo tenemos a "tiro de piedra"
      Abrazos.

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