martes, 18 de noviembre de 2014

Extraño bombardeo del vapor "Gulnes", 1


En una visita años atrás al cementerio conocido en Sevilla como Civil, de los Protestantes o de los Disidentes, otrora separado por un muro del cementerio católico, llamado de San Fernando  y en la actualidad comunicados ambos por la demolición parcial del mismo –afortunadamente, pues nunca entendí esas separaciones-, reparé en un pequeño monolito de sección cuadrada y rematado con una bola, donde se puede leer de arriba abajo:

-ADOLF ALUNE 
  ISTYRMANN
FÖDT 22-11-1896 - DÖD 14-12-1936

-ALFLED AASHEIM 
        KOKK
FÖDT 14-1-1906 - DÖD 11-12-1936

-EUGEN MARINIUS 
         HANSEN
FYRBÖTER
FÖDT 5-2-1901 - DÖD 9-12-1936

-EGIL PLEYM
     NILSEN
FYRBÖTER
FÖDT 14-6-1912 - DÖD 7-12-1936

Abajo, ya el la base, también cuadrada:

GUDS FRED!

Y ya bordeando el recuadro final y en español:

EN MEMORIA DE LAS VICTIMAS DEL VAPOR NORUEGO  “GULNES”, BOMBARDEADO EN SAN JUAN DE AZNALFARACHE EL 7-12-1936

No podía haber topado con un tema más atrayente para mí: ¡La Guerra Civil Española!, de cuya historia soy apasionado desde que mi añorado hermano mayor, quien la vivió de niño en nuestro pueblo (Campillo de Llerena. Badajoz) como si de una apasionante aventura se tratara, despertara mi imaginación infantil con sus relatos. A aquellas  vivencias me refería en la entrada que le dediqué en este blog el 8-1-2012 (“Mi Quico”).


Así que, desde aquel momento, comencé a investigar a fin de conocer datos que me permitieran desvelar un hecho tan insólito: Que un avión republicano atacara a un buque perteneciente a la flota mercante de una nación tan lejana y ajena a nuestra contienda como Noruega. Me recordó una de las geniales llamadas telefónicas del humorista Miguel Gila al “enemigo”  (¡que se ponga!), censurándolos  porque habían matado a una señora “que no era de la guerra”. En este caso, por desgracia y de forma real, murieron cuatro hombres jóvenes, que tampoco “eran de la guerra” y por lo que he podido constatar, no hubo protesta alguna. Al menos no consta en la prensa de la época a la que tuve acceso.

Numerosas fueron las averiguaciones, por lo que resumiré las principales, para no hacer tedioso el relato.

Inicié la consulta por el que consideré el camino más sencillo y supuse que determinante: Pregunté a algunas personas supervivientes de aquellos años en Sevilla. Para mi sorpresa, ninguna de ellas sabía ni recordaba nada al respecto.

- Visité a continuación la hemeroteca municipal. Consulté la versión microfilmada del diario ABC, de los  días 8 y 9-12-1936 (el día 7 coincidió en lunes y no hubo edición). No encontré noticia alguna de tal bombardeo.

- Examiné el compendio del ABC sobre noticias del desarrollo de la guerra, impreso por Prensa Española, tanto las referidas a la edición de Madrid (zona “roja”) como la de Sevilla (zona “nacional”). Extrañamente, en ninguna de las ediciones, aparece mención alguna sobre aquel ataque aéreo.

 - Leí las peroratas radiofónicas nocturnas del general Queipo de Llano de aquellos días. Aquí sí me sorprendió que el máximo  responsable militar de la zona, en este caso del bando “nacional“, precisamente con residencia en Sevilla , no solo que no aprovechara para atacar a los “rojos” con sus diatribas, por el bombardeo a un buque extranjero, sino que, incluso lo silenciara.

- Contacté con la embajada noruega en España, quienes me derivaron a su consulado en Sevilla. Ni unos ni otros tomaron el menor interés por el destino de sus compatriotas.

- Mi sobrino Manolo consultó un foro internacional por Internet. En respuesta a una señora noruega llamada Siri, quien se interesaba precisamente por el destino del Gulnes, un empleado de la Guía Lloyd´s, le respondía desde Inglaterra que:

Fue bombardeado en Sevilla el día 7-12-1936 (justo la fecha indicada en el monolito). Continuaba que el 2-1-1937 fue remolcado a Gibraltar y posteriormente vendido en Italia para el desguace.

Nos dirigimos a la señora noruega, quien  no conocía nada sobre las víctimas. Contestó agradeciendo la información, pero quedó claro que su interés se centraba solo en la suerte de determinados buques.

- Consulté a dos señores, eruditos de la historia local. Uno de ellos, Antonio Burgos, me contestó muy atento y a su vez sorprendido por un caso tan cercano del que nada sabía y me dirigió a Nicolás Salas, quien me respondió informándome que recogía brevemente  el hecho, en uno de sus libros: Sevilla Fue la Clave.

Según el Sr. Salas, el buque cargaba carbón en el muelle fluvial cercano a San Juan de Aznalfarache. Fue bombardeado en unas de las incursiones de la aviación republicana para atacar la base aérea “nacional” de Tablada. Una de las bombas entró por la chimenea, estalló la caldera y produjo la muerte a cuatro hombres. Su opinión era que tal circunstancia fue consecuencia del azar.

Compruebo que por más que quiero resumir, esta entrada se alarga, por lo que creo oportuno cortar aquí y dejar el final del relato para una posterior, dándole tal vez así un punto de suspense.

P.D. La foto de cabecera fue tomada por mi cuñado Eduardo en el año 2007.