viernes, 29 de mayo de 2015

Heridos guerra de Melilla en San Sebastián.




Cuando en julio de 1921 ocurrió el Desastre de Annual, mi padre, José Antonio Carrasco,  se encontraba en Badajoz cumpliendo el servicio militar obligatorio (la “mili”) en el Regimiento Castilla, 16.

Tras aquella gran derrota y masacre de las tropas españolas en la región del Rif, que formaba gran parte del Protectorado Español de Marruecos, la reacción inmediata de España fue el envío de nuevos contingentes, entre ellos el mencionado regimiento. Tres días después de la tragedia ya hizo acto de presencia el primer batallón del mismo.

Por situarse el escenario bélico cercano a la plaza de soberanía española de Melilla, como “La Guerra de Melilla” fue conocido popularmente aquel conflicto, aunque oficialmente fuera más nominada como la “Guerra del Rif”.

Mi padre resultó herido en uno de los combates. Una bala de fusil le atravesó un antebrazo. Afortunadamente, la única secuela que le quedó fueron las dos pequeñas cicatrices de entrada y salida del proyectil.

Lo curioso del caso fue que, a él y otros compañeros no heridos de gravedad, los trasladaron para su convalecencia nada menos que ¡a San Sebastián!, al extremo opuesto de España, cuando con solo cruzar el estrecho hubieran estado hospitalizados o atendidos en centros sanitarios, alejados del peligro de la zona bélica.

Como ya comenté en alguna ocasión, soy con considerable diferencia de años, el menor de cinco hermanos. Cuando yo nací, mis padres sobrepasaban con mucho la cuarentena. Esa y otras circunstancias, unidas a que no alcanzaron una edad longeva, me impidieron mantener, en este caso con mi padre, conversaciones entre adultos, que hubieran desvelado mi curiosidad  por conocer las causas de tan largo y, para mí entonces, inexplicable recorrido.

Tampoco mis hermanos mayores conocían o, al menos no me comentaron, la motivación del mismo con convalecientes poco graves de heridas de guerra. Solo recuerdo que mi padre contaba que el rey Alfonso XIII los visitaba con frecuencia, les repartía cigarrillos, fumaban y departía con ellos de forma campechana.

Con el tiempo, llegué a la conclusión, que no creo que se aleje de la realidad, que los llevaron a San Sebastián, donde veraneaba la Familia Real, como una forma de recompensarlos por sus sufrimientos y, al mismo tiempo, “lavar” la imagen de la monarquía saliendo en la “foto”, por la responsabilidad que correspondiera al rey directamente, de una guerra sin sentido y mal dirigida, que costó la vida a unos diez mil jóvenes españoles.

En el caso de la foto de cabecera, la que con aspecto saludable figura sentada en el centro, junto a los convalecientes –entre ellos mi padre--era María Cristina de Habsburgo Lorena, segunda mujer del rey Alfonso XII, regente de España desde la muerte del  mismo hasta la proclamación como rey de su hijo Alfonso XIII en 1902. Era conocida como la “Reina Madre” o “Doña Virtudes”, por su fama de mujer discreta y sensata. Por lo que escuché también a mi padre cuando yo niño y luego he podido corroborar con mis lecturas, fue muy querida por el pueblo.

El original de esa histórica foto, que posee mi sobrino Julio, fue prestado a Caja Madrid, para la exposición “Cien Años de Fotografía en España”, que recogía imágenes desde sus inicios, allá por los años treinta del siglo XIX, hasta 1939. Una copia de la misma,  fue expuesta en el salón de exposiciones de su Obra Cultural en Madrid (donde acudimos varios familiares). También fue seleccionada entre cien de toda la colección, que posteriormente fueron recogidas en un álbum. Un ejemplar del mismo fue regalado a cada familia. Después, la exposición hizo un recorrido itinerante por distintas capitales. Tuve la ocasión de visitar de nuevo aquella exposición en Sevilla.

Siempre que tenía ocasión “pegaba el oído” para escuchar a mi padre relatar su participación en aquella guerra, historias que encandilaban mi mente infantil, mucho más a la vista de sus cicatrices. Por ese motivo me interesé más delante en estudiar aquella absurda y sangrienta tragedia, aunque ahora me limito a contar solo lo expuesto, por ajustarme al espíritu de este blog, o sea, alejarme de temas políticos, religiosos o sobre mi vida íntima. En todo caso, aprovecho para exponer una foto que considero de interés histórico.

P.D. Mi padre es quien figura indicado por una flecha roja.


13 comentarios:


  1. Cristina Siljestrom
    14:51
    1

    Aquello debió ser una masacre. Que horror!.
    Un abrazo Cristina

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  2. El comentario anterior es de Cristina Siljestron, cónsul honoraria de Noruega, Suecia y Dinamarca en Sevilla.
    Así fue. Pueden verse horrendas filmaciones en You-Tube.
    Muchas gracias.

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  3. Mi sobrino Julio,quien tiene la foto original, en realidad formato postal de la época, me comentó por what´s app y me dijo que identificara a mi padre, por ello he cambiado la foto que puse al principio por la presente, donde aparece señalado por una pequeña flecha roja.
    Gracias por la observación. Un abrazo.

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  4. Una fotografia entrañable, sobre todo por lo que me atañe!!!
    En primer lugar, no voy a dar mi opinión personal sobre esa sangrienta masacre donde murieron diez mil jóvenes..
    No recuerdo lo de la herida de bala del abuelo, imagino que sera un problema mio de memoria, ya que es un suceso que se comentaria en familia a lo largo de los años.
    Yo tenia pocos años cuando falleció el abuelo, pero tengo grabada su imagen cuando se levantaba de la siesta y necesitaba ( o al menos lo parecia) la ayuda de una pequeña silla para incorporarse, la pelea diaria entre mi hermana Encarnita, mi hermano Javi y yo misma,por acercarsela eran "monumentales".
    Por´último tambien tengo un grato recuerdo de la visita a la sala de exposiciones, donde pude disfrutar de todas las fotagrafias, en especial (por supuesto) de la nuestra..

    Todo mi cariño y un beso para mi abuelo.

    Y a tí"tito"muchas gracias por todo el trabajo que estás realizando.

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  5. Yo sí recuerdo una pequeña cicatriz redondeada en cada lado de un brazo (no me memorizo en cual de los dos), de la entrada y salida del proyectil.
    No tuve lugar a conversaciones de adulto con él, para que me hubiese aclarado los motivos verdaderos de tan largo traslado.
    Como niño, me contaba algunas cosas. No se si para despertar mi fantasía. Una de ellas es que un compañero, llamado Antona, levantó el "culo" en un tiroteo y en tal parte recibió un disparo.
    Entrañable encuentro familiar aquel de la visita a la Obra Cultural de Caja Madrid, para ver la exposición. Luego fue itinerante y fui a verla aquí en Sevilla.
    Supongo que, sobre todo Javi, sería muy niño cuando murió el abuelo. No creo que lo recuerde.
    Un abrazo.

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  6. La foto tiene mucha historia Manolo.. pero historia.. además está muy bien conservada. Tienes un gran parecido con tu padre, y me supongo que él hubiera disfrutado contándote batallitas , sino hubiera muerto prematuramente. Un abrazo muy fuerte "tito Lolo".

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  7. Aunque no hubo muchas ocasiones, alguna "batallita" me contó. Una de ellas la expongo en la respuesta al comentario anterior.
    No me acordé, si no te hubiera avisado cuando estuvo expuesta en la Casa de la Cultura de Sevilla. Fue un interesante certamen de 100 años de fotografía.
    Esa foto fue una de las seleccionadas, no solo para exponer, si no también para entregar un álbum a la familia. Lo tengo desde entonces, pero en su día será para mi sobrino Julio que fue quien gestionó el asunto y tiene el original que, en realidad, eran formatos tarjeta postal.
    Un fuerte abrazo.

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  8. .
    Lo paradójico es que la "virtuosa" Reina Madre que acoge a su alrededor a estos heridos como una solícita gallina a sus polluelos, pertenecía también a esa oligarquía que para salvaguardar sus intereses económicos y sus privilegios de clase, no dudaba en enviar a la muerte a decenas de miles de jóvenes a los que, como globos, hinchaban el pecho con la palabra "patria".
    En todo caso, la foto es de una gran importancia documental.

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  9. Bueno, pues visto así, quedémonos con lo de la gran importancia documental de la foto.

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  10. Bueno aquí esta' el nieto de D.Jose Antonio Carrasco, he hijo de D. Francisco Carrasco Rubio. He leído la historia expuesta que es historia de España con mucho orgullo ya que mi abuelo formo parte de ella. La pena es que no tengo recuerdo de el pues yo nací en 1961 y el murió aquí en Aranjuez en 1963 no tenia los dos años.
    Me hubiera gustado haber visto la exposición, pero no la vi. De todas maneras me siento orgulloso de pertenecer a esta gran familia..Nunca hay que renegar de nuestras raíces y de nuestras " pequeñas " historias como esta que expones con tan buen trabajo. Un Abrazo TIO LOLO.

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  11. Recuerdo aquel día de la exposición de la foto en la sala de Caja Madrid. Una jornada familiar muy entrañable. Luego nos fuimos con el primo Julio a Talamanca. Lástima que no pudieras acudir.
    Foto histórica, que recuerda aquellos años trágicos para muchos jóvenes españoles. ¡Cuantos perdieron la vida en una guerra sin sentido!
    Un abrazo.

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  12. Ultimo intento, ya estoy cansada que no me deje entrar a comentar.
    Como te puse por privado, lo que hubiera fardado en clase ya que fue de lo ultimo que dimos, y a mi profesor de historia le encantan estas cosas.
    Yo tampoco conocí a mis abuelos paternos, pero si se por el legado de sus hijos que tuvieron que ser grandes personas.
    Un saludo.

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  13. Desde luego que hubiera sido muy oportuno conocer esa historia en aquellos momentos y más mostrarle la foto a tu profesor. Claro, que eso si lo puedes hacer si tienes ocasión de verlo.
    Sí,tus abuelos paternos fueron grandes personas, doy fe de ello.

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