viernes, 28 de junio de 2013

Estancia en Alemania. (Más burocracia)


Bueno, pues una vez superados los obstáculos burocráticos en España, llegué a Karlsruhe a finales de abril de 1998. Por la urgencia que requería regularizar mi situación, al día siguiente de mi llegada me personé en las oficinas de Arbeitsamt  (equivalente alemán al INEM). Me acompañaba Matthias, un amigo de la familia con un admirable dominio del español, tanto hablado como escrito, quien, enterado de mi proyecto en su última y reciente visita a Sevilla, había reservado un día libre de trabajo para servirme de intérprete y gestor.

Todo el "papeleo" se desarrollaba con normalidad hasta que me solicitaron un Certificado de Residencia, expedido por la Policía Municipal, algo imprevisto y que me dejó angustiado, pues no era posible conseguirlo ese mismo día para dejar el asunto resuelto. El funcionario alemán, cuando me vio apesadumbrado, se apiadó de mí y respondió que, como conocía nuestro país y nos tenía aprecio, me firmaba bajo su responsabilidad. Gesto que siempre agradeceré a Herr Geiser, que así se apellidaba.

Pero aún no estaba todo resuelto, ¡no!. Era necesario disponer de una cuenta corriente, única forma de hacerme efectivos los pagos. Gestión que, en principio, nos pareció fácil. Solo era cuestión de acercarnos a alguna entidad bancaria y abrirla. Pero, ¡que va!, tanto bancos como cajas de ahorros se negaron a hacerlo en mi situación transitoria. Finalmente conseguimos que el banco donde disponía su cuenta nuestro amigo Matthias, admitiese en la misma los ingresos a mi nombre y luego éste me reintegrase el dinero. Nos llegamos de nuevo al Arbeitsamt y ¡por fin! todo quedó resuelto. Como ya estaba de buen humor le comenté al Herr Geiser que no se acordaran de mí para ofrecerme alguna labor pública o privada, porque sabía que, en determinadas ocasiones (no voy a profundizar en ello), los parados alemanes estaban obligados a aceptar. Me respondió con amabilidad que no me preocupase por eso, que en mi caso no lo harían y que tuviese una feliz estancia. ¡Muchas gracias señor!


Ultimadas las gestiones administrativas, incluido en las listas del paro, muy nutridas entonces por las secuelas de la reunificación y convertido en temporal ciudadano alemán, regresé junto a Matthias al domicilio de mi sobrina, su marido Uwe y su hijo Christian, entonces un bebé de escasos meses. Convivía con ellos armoniosamente en un piso pero, casualmente, poco después iniciamos la mudanza a una típica casa alemana en un complejo de viviendas similares. La casa estaba rodeada de extenso terreno, cubierto de césped, ajardinado y con árboles, algunos de ellos frutales (aún continúa siendo su domicilio). El interior de la vivienda estaba deteriorado porque llevaba algún tiempo deshabitada; pero entre Uwe, que es un experto profesional, y con la ayuda de su amigo Joachim, también muy habilidoso, junto con el trabajo contratado de un fontanero, la intervención de mi sobrina y mi colaboración en la medida de lo posible, conseguimos dejarla en perfecto estado de habitabilidad.

Una vez todo acondicionado viajabamos casi todos los fines de semana, para que yo conociera nuevos lugares o repetir más detenidamente donde ya había estado en 1993. Desde luego, esas rutas con personas que las conocen bien y dominan el idioma, es una autentica gozada. Especialmente por la amabilidad de Uwe y su sentido del humor. Su español, que no deja de ser fluido, resulta de lo más gracioso. Para amenizar este capítulo después de tanto relato burocrático, resumiré algunos de aquellos desplazamientos, diferentes a los ya comentados en la primera parte y en la entrada del pasado 6 de marzo.

-Friburgo.- (Freiburg).- En este solo caso viajé en tren con Matthias. Destaca su catedral gótica. Es una de las "puertas" de la Selva Negra. En el suelo, frente al Ayuntamiento, figuran los escudos de las ciudades hermanadas, entre ellos el de nuestra Granada.

-Estrasburgo.- Capital de Alsacia, en Francia, cuenta con una impresionante catedral gótica, aunque inconclusa, pues aún falta por construir una de las dos altas torres proyectadas. También visitamos la Petit France, bella zona con numerosos canales.

-Espira.- (Speyer).- A orillas del río Rin. Su catedral románica es una de las más importantes de Europa. En la plaza principal se erige una estatua en bronce de un peregrino del Camino de Santiago.

-Neustadt.-  Pequeña ciudad con un bonito trazado. Su iglesia principal es compartida respetuosamente por los fieles luteranos y católicos.

-Baden Baden.- Contrasta como ciudad de balnearios y salas de juegos, con uno de los casinos más lujosos de Europa. Allí pasaba temporadas el escritor ruso Dostoyeski, por lo visto muy aficionado a la ruleta (sería por su condición de ruso).

-Fráncfort.- (Frankfurt)  Paseamos por la zona central de esta populosa ciudad, donde se levantan numerosos rascacielos. Visitamos la casa natal de Goethe.
Me resultó curioso que, cuando me interesé por las famosas salchichas, me respondieron que no existía
ninguna clase específica de salchicha tipo Fránfort.

-Ruta de los Castillos.- Si en la entrada anterior recomendaba por su belleza paisajística el recorrido por la Selva Negra para después bordear el lago Constanza, este es otro itinerario admirable.

Viajamos por la carretera que discurre casi paralela por la margen izquierda del rio Rin. En el mismo sentido existe una vía férrea y otra carretera por la margen derecha. Por el caudaloso río navegan constantemente barcos de todo tipo. El trayecto forma un valle en cuyas laderas o a veces en la cima, se erigen numerosos castillos de bella arquitectura. Son abundante las vides en ese Estado de Renania-Palatinado, como también del que procediamos (Baden Würtenberg), región donde se producen los afamados vinos blancos del Rin, aunque en España no sean muy conocidos a nivel popular. De hecho, a mi me extrañó contemplar tanta extesión de viñedos y su perfecto orden y alambrado.


Terminamos el viaje en Coblenza (Koblenz), ciudad donde el río Mosela desemboca en el Rin, formando un pico que llaman la Esquina de Alemania, donde se levanta  una enorme estatua en bronce a Guillermo el Grande. Quedé admirado al ver atracados  varios barcos de lujo. Uwe me informó que los pricipales ríos de Europa son navegables, incluso muchos de ellos se entrelazan de forma natural o por canales, por lo que son posibles los cruceros interiores, visitando importantes ciudades y salir, por ejemplo, al Mar Negro por el Danubio, al Mediterráneo por el Ródano o al Atlántico por el Rin.


A la ida paramos a comer en un restaurante situado justo frente a los riscos de la otra orilla del río, donde se sitúa la estatua en bronce de Lorelei, la ninfa que según la leyenda o mitología germana vivía en el fondo, pero en las noches de luna entonaba bellas canciones desde ese paraje, atrayendo fatalmente a los remeros cuyas embarcaciones zozobraban entre salientes rocosos. Hubo una excepción (por amores), como corresponde a estas historias.

Como anunciaba en la entrada anterior, yo pensaba que para contar aquella experiencia solo precisaría de dos capítulos, pero compruebo que me equivoqué, que el asunto da mucho más de sí, pués considero de interés, al menos para mi propio entretenimiento, escribir sobre los detalles que más me llamaron la atención de las contumbres sociales del pueblo alemán. Es por ello que, para no extenderme en demasía en cada relato y terminar por agotar o aburrir a los lectores, además del anterior, precisaré  de éste y dos capítulos más, el doble de los previstos. Así que hasta pronto.
.

17 comentarios:

  1. ¡Vaya! Dan ganas de irse de vacaciones a Alemania, pero así, con tiempo, sin ningún viaje organizado de esos que te obligan a ver veinte ciudades en seis días.

    Qué suerte la de encontrar un policía amable. Parece que en todas partes la burocracia se obstina en complicarnos la vida y amargarnos. Por fortuna, la cosa salió bien.

    Apetece seguir leyendo más.

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  2. Muchas gracias por el comentario. En verdad que permanecer allí sin nigún programa obligado y conviviendo con una encantadora familia que te sirvan de guías e interpretes, es una auténtica gozada.
    Seguiré escribiendo un par de relatos más sobre las costumbres alemanas, con cariño y admiración (cada uno cuenta la feria como le va y a mi me fue de maravilla), pero sin meterme en innecesarias comparaciones con nuestra forma de ser.

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    1. Se me ha olvidado reseñar que me encantó ver el escudo de Granada frente al Ayuntamiento de Frigurgo, por ser ciudades hermanadas.

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  3. Precioso todo lo que cuentas, muy bonito y sobre todo la compañía que hace muchísimo. Y que bien encontrar alguien amable que ayuda a las personas y las entienden en vez de lo que normalmente hacen que es marear mas...

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    1. Al final tuve suerte...en ese aspecto.
      Sí, en esos casos, en un país cuya lengua desconoces, contar con buenos guías y encima familiares es muy importante.

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  4. Jolin tío...sin duda hacer una recopilación de tu tiempo aqui es una tarea dificil, no me extraña que no sepas como resumir, y entiendo que no quieras marear al personal. Pero esta quedando muy bien, y en lo que a mi respecta solo puedo decir que es fácil ser la anfitriona de una persona tan educada y simpática como eres tu.
    Lo de comparar lo dos paises...es algo en lo que se cae de manera automática. Pero sin duda la verdad es que depende de las experiencias. Creo que este país necesita un tiempo de adaptación, primero suele ser la impresión de sus paisajes,y ese respeto a la naturaleza y a lo que sus ciudadanos han construido. Luego se van encontrando faltas, porque las formas de ser son diferentes, unas traen ventajas y otras pueden parecer hasta incomprensibles. Creo que hay que vivir un par de años para conocer la esencia de este país. Como persona de carne y hueso, con unas necesidades de bienestar, de seguridad, creo que Alemania puede ser un paraiso. Pero lo que esta claro es que no es el Estado como se se entiende en España el encargado de hacer posible la buena vida, es esa ide de comunidad, de ser todos el Estado, sin dejar en las manos de políticos las decisiones. Ayer leí que en Karlsruhe ha habido esta primavera 172 grupos de voluntarios, formados por adultos, jovenes y niños que se han dedicado a limpiar la ciudad. No hay costumbre de esperar ayudas estatales, ni becas, ni subvenciones. Por otro lado el aleman solo es muy distante en un primer momento, pero en cuanto le das la oportunidad se alegra de que tu hayas dado el primer paso.
    La base esta en la educación, esa educación del todo gratuita mientras que es obligatoria, donde los hijos de los empresarios van a la misma clase que el hijo del empleado de limpieza. Las oportunidades al menos para la mayoria de la gente es igual, la clase media domina por completo. Pero no quiero enrollarme, es imposible contar todas mis impresiones, cuando llevo aqui casi un cuarto de siglo. Solo sé que si me tuviese que ir de este país, le añoraria. De España añoro encuentros con amigos y familiares, la esponteniedad de sus gentes, su humor, y las largas sobremesas.
    Añoro productos para comer, para cocinar. Aunque aqui se puede comer muy bien, pero como española no puedo evitar acordarme de muchos pescados y verduras.
    Qué jóvenes estamos en las fotos! cualquiera coge ya al niño en brazos!
    Mi madre decia muchas veces que era una suerte que me hubiese venido aqui, que la Alemania con nosotros no era la que veian en las excursiones que se organizaban en su pueblo. Y que por estar yo aqui habia hecho posible que vinieran muchos. Para ella era el paraiso. No ha habido nadie que disfrutase como tu hermana, me agarraba del brazo y engordaba de orgullo.
    Eso pasa siempre,los nativos saben muy bien donde estan los rincones secretos y maravillosos. Es como viajar contigo por España. Ya me gustaria esar ahora mismo allí y disfrutar de algunas tapitas en esos locales que tu conoces.
    Un beso de tu sobri, y ya sabes, aqui seguimos.
    Consuelo

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    1. Cierto que si mi estancia en Alemania hubiera sido de al menos dos años, en vez de algo más de tres meses y medio que sumarían las tres visitas que he hecho, mi visión sería más completa pero el enfoque el mismo, porque como he dicho y diré en entradas posteriores, me limito a contar como un mero observador lo que me llamó la atención pero sin entrar en analisis comparativos ni polémicas de si sería o no oportuno aplicar aquí determinadas normas de conducta, aunque yo piense que, en algún caso, resultaría posotivo. Para evitar todo eso sigo la línea de este blog de relatar solo determinados momentos de mi vida, con el humor que puedo, basandome en la realidad, pero sin entrar en la íntimidad. Es por eso que si quisiera que si me equivoco en algo me lo digais para corregirlo.
      Sí, como se nota por las fotos que han 15 años pasado. Especialmente en mi caso y en el de Christian, con su carita de bebé curioso.En cambio vosotros apenas habeis variado.
      La foto de Uwe está tomada en un paseo por las frondosas orillas del río Rin. Recuerdo que en una ocasión llegamos al atardecer a una zona de aguas estancadas y menos mal que Uwe me advirtió de la abundancia de mosquitos. Yo llevaba una camisa amarilla y me vi rodeado por una densa nube de ellos. Eché a correr y casi llegué a España.
      También recuerdo los altos hormigueros en la Selva Negra, hechos con trocitos de madera y que yo me acerqué a uno de ellos y cuando me di cuenta estaba cubierto de hormigas que por poco me devoran. Era costumbre (Vi a una señora) cubrir un trozo del hormiguero con un pañuelo que quedaba inpregnado de ácido fórmico y luego se lo acercaban a la nariz para respirar, por lo visto era bueno para despejar las vias respiratorias.
      Bueno, pues hasta pronto. Besos.

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  5. .
    La bella ciudad del balneario y el casino, tenía calles alumbradas aún por farolas de gas, conteniendo el encanto y la sofisticación de lo que fue su esplendor antes de las Grandes Guerras.

    Su nombre me recuerda el viejo chiste entre la señora de posibles y otra más humilde:

    - Este verano hemos pasado las vacaciones en Baden Baden...
    - Ah, pues yo no, señora; yo he veraneo en Chipiona Chipiona, como tos los años.

    :-)

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    1. Es curioso, pero aunque estuve varias ocasiones en Baden-Baden, no recuerdo lo de las farolas de gas ni conocia el chiste chipionero. Está claro que siempre se aprende algo nuevo. En cambio si me llamó la atención la primera vez que fuí, esos alambres o espejos en los frisos y cornisas de muchos edificios, para que no se posasen las palomas y los dañaran con sus excrementos.

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  6. Está visto que Mattias ha colaborado más de una vez con la familia, no tengo el gusto de conocerle,pero he oido hablar mucho sobre él.
    Cada vez me maravillo más (si es posible) de como puedes recordar tantas experiencias,sitios,lugares nombres!! Seguro que no lo tienes anotado? Herr Geiser ¿pero por favor? eso es inaudito! y todas las ciudades? yo estuve en el 2009 y ya me gustaria recordar los sitios que conoci, tengo las imagenes de todo lo que ví ¡eso sí! pero los nombres... sí que estuvimos por Alsacia (precioso)creo que tambien la Petit France.
    Y por zonas maravillosas de Alemania, sí,me llamó mucho la atención un pueblecito (creo que donde nació Uwe)que solo tenia una calle en el centro y las viviendas a los lados.
    Tambien recuerdo los altos hormigueros de la Selva Negra.
    Queda demostrado que con tu buen hacer,esa memoria privilegiada y la buena gente que te has ido encontrando "en el camino" has salido airoso de muchas situaciones, con las que nos estas haciendo disfrutar. besos Sharon

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    1. Bueno, solo es cuestión de de poner en marcha las "células grises" como decía Hercule Poirot, lo de más es sencillo porque yo estuve tres veces y una durante dos meses y medio, que dan para mucho: En cuanto a Herr Geiser es porque creo que a las buenas personas se las recuerda siempre (por desgracia a las pérfidas también).
      No te preocupes por la H de Matthias que comentas después, pues aquí se le quitaba hasta una T y quedaba simplemente como MATIAS, así, muy español. Ten en cuenta que estuvo viniendo a Sevilla durante muchos años y en ocasiones hasta dos veces: Conoce la ciudad a la perfección y con su fabuloso dominio del español. no tenía el menor problema para desenvolverse.
      Me imagino que donde dices que crees nació Uwe es Kandel. No se si nació realmente allí, pero si que vivió con su abuela. Maravillosa señora a la que fuimos a visitar. La tía Chari decía que era el único lugar que pronunciaba bien, porque le resultaba familiar. Supongo que aunque con K, le sonaría a CANDELA.
      Besos.

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  7. ¡Voló la hache de Matthias! tal vez a Alemania!
    ¿Por cierto,que es de su vida?

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  8. ¡ Vaya! esta vez voy retrasado. Estoy de vacaciones y ha habido problemas con el wi-fi.
    Bueno pero ya me incorporo...
    Estoy de acuerdo con mi prima en lo referente a tu memoria: asombrosa.
    Mi hermana habría acertado en montar un balneario en Alemania. Hemos pasado tantos por su hospitalidad que podriamos haber realizado un complot para haber secuestrado a Frau Merkel. Los griegos y demás nos lo habrían agradecido.
    Te sigo...
    Julio.

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    1. Hombre, hombre..., ya echaba en falta tu siempre esperado y apreciado comentario, máxime cuando ya está en puerta la próxima entrada.
      Un balneario no se, porque está muy cerca Baden Baden, pero por lo menos una sauna, pues espacio hay para la instalación. Cada sesión de una hora a 50 euros.

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    2. Querido hermano, una Merkel es lo que os hace falta, y mira que la Aguirre tiene agallas, pero no, Merkel es nuestra y además lo seguirá siendo. Aunque las grandes reformas, las que sufrimos con recortes y demás vienen del tiempo de los socialistas, cuando Aznar gritaba España va bien!
      la hermanita cincuentona

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  9. Me ha encantado todo el recorrido. Y lo de la ninfa me recuerda la historia de Ulises con Cirse.

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    1. Pues ya sabeis, animaros para hacer ese recorrido o el de la Selva Negra. Cualquiera de los dos son preciosos. Hay una nueva entrada y otra en "cartera" sobre Alemania, pero hablando de sus costumbres.

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