martes, 10 de julio de 2012

Capar un langosto

Capar un langosto se trata de una FACATÚA (travesura) frecuente entre los niños de los años 50 aprox., cuando yo vivía en el pueblo. Ignoro de cuándo procede y si aún sigue en uso.

El proceso era el siguiente: Se cogía un langosto (saltamontes) o mejor una chicharra y se la ensartaba con palito apropiado (estilo espeto malagueño) y se invitaba a un niño mas inocente a "caparlo". A ese niño se leponía el cigarrón entre las manos en estilo de oración y el palo sobresaliendo entre los dedos corazón e índice.

El niño "capador" superponía sus manos, también con el palo entre los citados dedos y presionaba con todas sus fuerzas. El langosto ya estaba "capado". Como es de suponer, el niño que lo había tenido entre las manos, quedaba con ellas impregnadas de vísceras y jugos del animalito y en futuro no se metía en mas "capaduras". Sólo se capaba una vez en la vida.

Tuve suerte, pués vi hacer la capación a otros niños y escarmenté por cabeza ajena. Si lo hice con alguien que "picara"

10 comentarios:

  1. .
    ¡Y luego dirán que es fácil capar un langosto!... Más difícil incluso que inflar un perro con un canuto.

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    1. Que bonito el símil de capar un langosto, con el cuento del loco de Sevilla que le dió por inflar perros
      con "con un cañuto de caña" según relata Cervantes en el prólogo de la segunda parte del Quijote.

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  2. Manolo de mi alma: Me has emocionado, mejor dicho, me has hecho vomitar, con tu primer artículo. Menos mal, que yo no he tenido pueblo. Pero te animo a que sigas contando historias perversas de tu niñez, de tu juventud o de tu jubilación. Te felicito cariño.

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    1. Y que tu los leas querida señora "DESCONOCIDA"
      Reconozco que la travesura infantil es un poco guarrilla, pero tanto como para vomitar... y mira que yo soy escrupuloso. Lamento la vomitera.
      Gracias por el comentario.

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    2. Titooooooo, que no soy yo la del comentario, que yo ya no vomito por naaaaa, jajajajaja. Anitaaaaaa

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    3. Anitaaaaa. Ya hay otra travesura infantil, pero exclusiva de ¡NIÑOS!

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  3. Manolo, que la de la vomitera soy yo, Mari, jajaja es que soy una chica muuuuy delicada.

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    1. Sí Mari, pero Ana se dió por aludida y debe tener un estómago a prueba de bomba. Tiene gracia

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  4. Hoy día, cualquier niño que hiciera eso, sería llevado de inmediato al psicólogo infantil y estaría con terapia durante meses. Tenemos críos excesivamente protegidos.

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    1. Así lo creo yo. No creo tener secuelas negativas de aquellas vivencias.

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