Martes,
24 de julio de 2018.-
A las 8:30, salida del autobús desde el
hotel en Budapest con rumbo a Viena. Prevista una parada en el camino.
Extensas llanuras húngaras, pero no
divisábamos núcleos de población. Terreno verde y boscoso. Campos de girasol y
maíz.
Nos resultó curioso contemplar que los
viaductos sobre la autovía, previstos para el cruce de ganado, estaban
cubiertos de vegetación.
Entramos en Austria y el panorama era
similar hasta las cercanías de Viena,
ciudad a la que llegamos, como estaba previsto, a la hora del almuerzo.
Justo después de la comida se
incorporó la guía local, de nombre Cornelia, austriaca, con dominio del
español. Dio comienzo la visita panorámica de la ciudad. Primero en autobús por
Ringstrasse, avenida en forma de
herradura consecuencia del derribo de las murallas para el ensanche en tiempos
del emperador Francisco José, cuyo interior encierra el casco antiguo.
Vistas del canal o dársena del Danubio
que discurre por la ciudad (el curso fluvial está desviado), con numerosas y
animadas zonas de jardines, recreativas y de restauración.
De lejos divisamos la famosa noria del
siglo XIX y aún en lento funcionamiento, con sus compartimentos que semejan
vagones de tren.
Posterior parada para recorrer los
jardines y vista externa del palacio de Belvedere.
Continuamos de nuevo en autobús. Nueva parada
para pasear por la zona central: Ópera, que fue el primer edificio construido
cuando el ensanche, Ayuntamiento, Museo
Albertina, importante en pinturas, dibujos y grabados, palacio de Hofburg... En
uno de sus anexos la Escuela Española de Equitación. Al fondo, en unas caballerizas
vimos algunos ejemplares.
Luego nos explicó Cornelia que solo se
trataba de las yeguas que paren en abril y quedan allí con sus crías, todos los
demás estaban de veraneo en Pibes,
por los Alpes. Los animales son considerados como funcionarios del Estado.
Actualmente son blancos, de raza lipizzana, aunque continúan con la técnica
española de doma.
Fin de la jornada y marcha al hotel, en
este caso el Senator.
Miércoles.
25 de julio.-
Esa mañana el autobús nos llevó hasta el palacio de verano, llamado Shömbrunn. Allí nos esperaba Cornelia,
la guía local quien nos mostró y explicó todo el interior del mismo, visita
incluida en la programación.
Después dispusimos de tiempo libre para
pasear por los extensos jardines y
llegar hasta una monumental fuente. También un pabellón donde solían desayunar
el emperador Francisco José y la emperatriz Sissí. Desde sus ventanas podían
contemplar algunos animales salvajes cautivos, que fue origen del actual
zoológico de Viena, situado al final de los jardines.
Con todo, Cornelia nos informó que la
emperatriz más recordada y querida en Austria es María Teresa, vienesa,
tatarabuela de Francisco José, primera y única mujer en ocupar el trono de los
Habsburgo. Tuvo 16 hijos, entre ellos María Antonieta, reina de Francia.
Terminada la visita, se despidió la guía
local y el autobús nos acercó al restaurante donde estaba concertado el
almuerzo. Era sistema bufé, pero la variante de un primer plato nos la ofrecía
un cocinero austriaco en un claro y
animado español.
Concluida la comida quedaba la tarde
libre con posible retorno al hotel en el autobús, o bien apuntarnos a algunas
excursiones opcionales de pago aparte. Nosotros nos apuntamos a la siguiente,
con todo su recorrido a pie:
Ópera.
El guía local para esa tarde: Karlos,
vienés. Nos dijo que estuvo trabajando, no recuerdo de qué, en la Ópera, por
tanto, perfecto conocedor del edificio. Con sus ahorros estudió español y
residió un tiempo en Salamanca y Cádiz.
Impresionante y bello edificio. Por
ausencia de ensayos, aunque sí algunos trabajos de mantenimiento, pudimos verlo
con cierta tranquilidad a pesar de la masiva afluencia de turistas. Las
funciones se suspenden entre julio y el 7 de septiembre y se trasladan a Salzburgo.
Aparte del lujo interior, nos impresionó
la enorme nave tras el escenario donde montan toda la tramoya. Nos dijo que
entraban hasta 60 camiones. Los vestuarios los mantienen en un edificio al otro
lado de la calle y se comunican por un túnel.
Mantienen 300 representaciones cada
temporada. En cuanto a precios, como curiosidad, nos habló Karlos que hay
entradas de 5 euros para quienes aguanten de pie en la parte de arriba la larga
duración de algunas obras. 10 euros en zonas sin visibilidad, solo con la
posibilidad de escuchar. Así hasta los altos precios del patio de butacas o
determinados palcos.
Con todo, nos explicó Karlos, que la
ópera no es rentable a pesar de toda esa actividad, si no fuera porque que el
jueves anterior al Miércoles de Ceniza, se celebra un baile de gran gala y
puesta de largo de señoritas de la alta sociedad, incluso internacional,
acompañadas de jóvenes engalanados y con guantes blancos. En esa ocasión, los
asientos valen entre 15.000 y 25.000 euros y 80 euros cada copa de champán.
También habría que añadir los ingresos
por el ocasional alquiler para determinados eventos de la sala de Francisco
José, que alcanza los ¡80 euros por
minuto!
Bueno, Francisco José disponía
de esa sala, que también visitamos, pero parece que la ocupaba poco, pues como
soldado, era más aficionado en acudir a la caza que a la ópera. Sissí era quien
acudía con frecuencia.
Biblioteca
Nacional.
Ocupa el cuerpo principal del edificio del
palacio de Hofburg. Posee tal número de valiosos libros que, según la
información de Karlos, es la tercera biblioteca en importancia del mundo, tras
las del Vaticano y Washington. También es muy numerosa su colección de antiguas
esferas del globo terráqueo.
Dispusimos de suficiente tiempo libre
para nuestra particular observación.
Catedral
de San Esteban.
Después continuamos caminando hacia la
catedral. Previamente, Karlos, buen conocedor de ciudad, nos desvió por unos
patios y pasadizos llenos de encanto. Dentro de uno de aquellos pasadizos nos
mostró la casa donde temporalmente residió Mozart.
La catedral nos fue explicada por fuera.
De estilo gótico, fue empezada a construir en la Edad Media, pero aún está
inconclusa, pues como en el caso de la de Estrasburgo, le falta por levantar la
segunda torre de elevada altura.
A la plaza, ante la entrada principal,
llegó Leticia para acompañar a quienes se habían apuntado además a escuchar un
concierto. Karlos se despidió y nosotros entramos para ver por dentro la
catedral.
A continuación, larga caminata y
frecuentes preguntas hasta llegar al Ayuntamiento y a la iglesia llamada Votiva,
cerca de donde paraba el tranvía 43 que nos llevaría de retorno hasta la
proximidad del hotel. El camino no nos resultó tan corto y sencillo como nos
indicaron, o tal vez, nosotros no seguimos el más directo.
Finalmente, llegamos al hotel. Como era
la segunda noche de estancia, la cena no estaba incluida según comenté en la entrada
anterior. Cenamos en un restaurante griego próximo al mismo, dando término a la
visita de Viena. Preciosa ciudad.
Continuará.
Me he quedado sorprendida por el dinero que le sacan al Palacio de Francisco José; 80€ una copa de champán wow!!
ResponderEliminarYo creía que Sissi era la emperatriz más querida, pero por lo que leo no.
Una visita con guía es la perfecta. Ya faltará pocos países por visitar, y por lo que yo me alegro. Saludos Manolo.
Se me olvidó poner que soy Mari .😘
ResponderEliminarUff, nos queda mucho mundo por recorrer y cada vez más corto el horizonte.
EliminarEn la anterior entrada, referida a Budapest, comentaba sobre Sissí y Francisco José y una iglesia donde fueron coronados. En Budapest es muy recordada Sissí. Por supuesto también en Viena, ciudad en la que basan las películas, pero nos dijo la guía que, en Austria es más recordada como "madre de la patria" la emperatriz María Teresa, primera mujer en alcanzar tan alto rango y con tanto éxito. Bueno..., añado que con tantos hijos, nada menos que 16. (Creo que ni tenía tiempo de tomar la famosa tarta Sacher ni el exquisito café de Viena. Estaba todo el día ocupada).
Lo de los 80 euros minuto por cada entrevista, me refería al salón de Francisco José, dentro de la Ópera. Recuerdo que nos dijo que guía que eran para determinados encuentros. Por ejemplo, comentó que si a la recordada Monserrat Caballé le pedían una entrevista allí no le cobraban.
Besos. Un abrazo a Antonio.
Yo también pensé que sería sissi.
ResponderEliminarCinco euros la ópera de pie y diez sin vistas... Bueno una opción para todos.
Lo de Mozart interesante.
La catedral sin terminar... Pues como la sagrada familia ja ja.
Respecto a que cierren todo el verano y se quede de visitas bien.
Pero los caballos que los suelten a disfrutar de vacaciones esos meses, tengo claro que me pienso reencarnar en caballo ahí para mí próxima vida.
Besos.
Bueno... que Sissí es muy recordada en Viena, solo que allí valoran más el papel que desempeñó María Teresa.
EliminarLo de los caballos, llegas tarde. Ese "puesto" de caballo garañón, caso de reencarnación, ya me lo pedí yo hace tiempo
Besos.
Hola!
ResponderEliminarSoy tardía pero segura :)
La guía se llamaba Cornelia como un gato que tuvimos en mi casa, mi madre pensó que era gata y le bautizó con el nombre de 8ba maestra que ella tuvo en Campillo. Doña Cornelia . No sé si por el nombre o que ya venía con defecto de fábrica...el caso es que aquel gato estaba loco ...pero loco.
y ahora voy al grano...el viaje. Me imagino que esas ciudades tienen que estar ahora con ese encanto del otoño por estas latitudes. Los días cortos y fríos pero tienen un no sé que ...en resumen que del Palatinado no salgo en estas fechas, pero si tuviese que elegir una excursión sería para Hungría, Austria o la República Checa. Nada de Caribe, ni Mauricios .
Creo que este viaje ha sido enriquecedor por todo lo que habéis visto y además ha sido relajante.
Ahora a esperar la próxima entrada. A ver como te encuentras a los vascos. Comed muchos pinchos y a disfrutar!
Un beso de tu sobri
Recuerdo a aquel gato, Cornelia, confundido en principio por gata ¿sería hermafrodita?. Cuando dormíamos en el piso de tu madre en Torrelaguna procedentes o con destino Bilbao, siempre era huidizo y extraño.
EliminarMe imagino que esas maravillosas ciudades tendrán un encanto diferente en otoño, pero, en nuestro caso, optamos por viajar allí en verano para gozar de jornada más larga y la deliciosa cerveza con cierto calor, que, por cierto, lo hizo algunos días.
Por supuesto, el viaje fue enriquecedor. Lo vivimos intensamente.
Con los vascos seguro que me encontraré, Será una visita entrañable, pero lleno de tristeza por el paso del tiempo.
Abrazos.
Anoche en la cama ...pensando en lo que te había contado de mi gato gata. Me di cuenta de un error y me asusta pensar como la memoria hace unos juegos que no entiendo.
EliminarCornelia fue un gato encantador, se comportaba más como un perro fuel y murió envenenado. Fueron días tristes. El gato loco, loquisimo, se llamaba Gnomos. Cornelia era blanca y negra y Gnomos era pequeño, negro y muy agresivo en algunos momentos.
Aclarado este punto.. me despido hasta la próxima.
Pues entonces el confundido era yo y el gato loco era el Gnomos ese. Seguro que tu aun tienes las neuronas perfectamente ordenadas y el pleno rendimiento.
EliminarBuenooos diaas!! Quiero comentar, que me parece un viaje muy romántico y que al igual que tú, elegiria el verano para hacer tal recorrido.
ResponderEliminarEn cuanto a los guias;.Cornelia me ha recordado a una novela policiaca de Florencia Etcheves, titulada así. Aunque yo me decantaria por Karlos.
Me ha llamado la atención, el tamaño de la nave tras el edificio de la ópera, así como la variedad de precios de las entradas y el precio de la copa de champán....80 euros!!.
Pienso como tú...sin duda Viena es una ciudad preciosa.
Un beso
Sharon
Ya veo que. aunque sin relación alguna , resulta que el nombre de Cornelia ha resultado evocador, tanto para ti como para la prima Consuelo. No esperaba yo tal nombre en una señora austriaca.
EliminarTambién nos llamó la atención la colosales dimensiones de la nave tras el escenario.
Sí, tres ciudades preciosas, pero espera a Praga.
Besos.
Muy buenas tus narraciones y las descripciones monumentales de las ciudades imperiales e italianas. A mi me ha hecho revivir todas las emociones que todas las obras de artes y edificios llevan consigo. Muy ameno y muy detallista también en tus exposiciones. Nosotros hemos pateado solos la ciudad de Viena durante cinco días y después una visita guiada. Visitamos también el museo Belvedere y el museo Albertine con una exposición pictórica de Monet, también el museo histórico de Viena en la plaza de los museos. En fin una gozada como dices es ver esas ciudades imperiales y Bratislava, Belgrado y las ciudades húngaras comp Pec que creo que era patrimonio y también Mohac.
ResponderEliminarY de Roma, a la que hemos visitado en varias ocasiones coincido en sus apreciaciones. La hemos visitado con arqueólogos y profesores italianos que nos han mostrado monumentos que ocasionalmente estaban cerrados al público. Bueno muchas más cosas de las que tendré ocasión de referirte en otro momento.
Te felicito
Un abrazo. Macario Fernández Rodríguez
Te quedo muy agradecido, Macario, por tus palabras. Para mi suponen un valor estimulante.
EliminarBueno... pues un sobrino mío me metió en su día en esto del blog y comencé por contar historietas de mi vida infantil campilleja, para terminar con narrar viajes. En principio por España, por aquello de empezar por la propia casa y ahora aquellos que ya, a estas alturas de la vida, vamos teniendo posibilidad de llevar a cabo.
Un fuerte abrazo.
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