miércoles, 17 de abril de 2019

Las cosas del Coy, 2.



      El pasado día 14 de febrero del año 2013 dediqué una entrada a mi amigo Juan Coy Sánchez, donde describía una serie de la retahíla de sus ocurrentes dichos, que emplea con frecuencia cuando es menester.

      Dejaba entonces la puerta abierta para ampliar la lista con los que quedaran en el olvido.

      Precisamente, en un rato ayer de amena tertulia con él y otros amigos, le escuché dos casos que, aunque ya los conocía de otras veces, no fueron recogidos en la primera publicación y considero que, de por sí,  merecen este breve añadido:

“Agradaó” de señoritos y “probaó” de zapatos.

      Aplica esas que llama profesiones antiguas a aquellas personas en extremo serviles, que ríen las aparentes gracias  de quienes se sienten sumisas, o procuran siempre su lisonja. Incluso, llegado el caso, si fuera preciso, dispuestas a soportar el suplicio del estreno de unos ajustados zapatos nuevos, hasta entregarlos perfectamente amoldados para un cómodo caminar.