Mi mujer y yo tuvimos el honor
de ser invitados desde La Coruña por mi antiguo compañero de trabajo y amigo,
Pepe López, a los actos de presentación del árbol genealógico de su familia,
que había ultimado tras largos años de investigación y que tendrían lugar en Palas de Rei (Lugo), lugar de origen de
la misma.
Como yo había estado implicado
muy directamente en la creación de una obra de ese tipo por línea materna y
continuaba con los trabajos de la línea paterna, esa curiosa coincidencia,
sumada a la amabilidad y sinceridad de su ofrecimiento, nos motivaron para
aceptar la invitación.
También asistiría desde
Barcelona otro común amigo y antiguo compañero de trabajo: Emilio Fernández,
gallego de nacimiento; un reencuentro que me alegraba.
Así que el 26 de agosto de 2016,
día previo a la celebración del evento, viajamos en tren desde Sevilla a Lugo, previo
transbordo en Madrid. En Lugo estaba previsto que nos recogieran para el traslado al pueblo.
A la llegada vivimos unos
momentos de incertidumbre, pues nadie nos esperaba y tanto mi amigo como su
amable mujer, Mª Jesús, no respondían a nuestras llamadas por teléfono.
Poco después apareció para
recogernos en coche una simpática joven, Silvia, allegada a la familia, quien
nos informó de la fatal coincidencia del reciente fallecimiento de una hermana
de mi amigo, por lo que estaban en el funeral. Aún así, ya presentes muchos
asistentes, incluso parientes llegados desde Argentina y Paraguay, no había posibilidad
alguna de suspender las actividades.
Previo al alojamiento en Palas
de Rei, fuimos atendidos con suma amabilidad tanto por Silvia como por sus
padres y otros asistentes del acto.
Ya esa noche asistimos a la
concurrida y bien abastecida cena que mi amigo organizó en la casa matriz de
campo que conservan él y sus hermanos, donde nacieron y se criaron, conocida en
el entorno por la Casa de Seixas de
Lamaboa, situada cerca del municipio en dirección a Lugo.
Tuvimos así la oportunidad de
conocer y conversar con los familiares más cercanos y algunos de los llegados
desde Argentina y Paraguay, resultando una animada y grata velada.
En este caso no puedo por menos
que añadir un recuerdo por otro común amigo y antiguo compañero, Paco Díaz Anero, fatalmente fallecido
poco tiempo atrás en Ferrol; recuerdo que me evocaron dos cuadros por él pintados, colgados de una pared del salón, uno de los cuales expongo. Paco, además
de su trabajo habitual, destacó en el arte de la pintura.
La presentación, el sábado día
27, tuvo lugar desde media mañana en el Polideportivo de la localidad. La admirable
obra abarcaba a 33 ramas familiares y se remontaba nada menos que hasta principios
del siglo XVII, por lo que era tan extensa que fue preciso exponerla en
numerosos paneles colocados en las
paredes, aparte de utilizar fotografías y modernos medios de proyección
para facilitar su comprensión.
Siguió un almuerzo dentro del mismo Polideportivo para los más de 200
asistentes, con productos típicos de la tierra entre los que no podía faltar el
pulpo a feira, terminando con la
tradicional queimada de aguardiente.
En la foto de arriba, en primer lugar a
la derecha, Pepe López, , seguido de
su mujer, María Jesús.
La tarde estuvo animada por un
grupo de gaitas, junto con bailes y canciones gallegas interpretadas por tres
jóvenes traídos desde La Coruña.
A continuación, los cabezas de
familia de Buenos Aires y Paraguay pronunciaron emotivos discursos y una prima
de Pepe, Ana Vila, recitó poesías en castellano y gallego de un libro por ella
publicado. En resumen, todo un éxito de organización y confraternidad.
Más adelante el acto filmado en
el Polideportivo fue subido a You Tube, donde se puede acceder indicando: ÁRBOL
PEPE PALAS DE REI 2016.
A la mañana siguiente, o sea,
el día 28, nos llevó Silvia para despedirnos de nuestros amigos y nos
encontramos con la comitiva principal en un campo próximo al Polideportivo.
Tuvimos la suerte de llegar a tiempo de presenciar la ceremonia de nombrar Cabaleiro
de Honor de la Asociación
Cabaleiros de Ulloa, a uno de los familiares argentinos: Gabriel, aficionado a los caballos. En
el acto había varios socios, entre ellos Norberto,
hermano de Pepe, en su día presidente de la asociación y que cedió a Gabriel un
caballo blanco, que montó ataviado con la capa de la Orden de Santiago. Luego
le entregaron la placa acreditativa. Presenciamos por tanto una ceremonia
vistosa ambientada en la Edad Media.
Después de concluido ese
acontecimiento, fuimos invitados a tomar unos aperitivos en el restaurante del motel
La Cabaña, allí cercano. Finalmente nos despedimos, quedando agradecidos para
siempre a nuestros amigos y anfitriones por su hospitalidad gallega.
Como ya habíamos pensado
aprovechar la ocasión para disfrutar del placer de viajar una vez más por
Galicia, de nuevo la amable Silvia se ofreció para acercarnos con su coche a Lugo, donde habíamos reservado hotel.
Gozamos el ambiente apacible
del mediodía de un domingo y de la calidad del tapeo al aire libre que ofrecen
numerosos bares y restaurantes localizados en determinada zona del centro de la
ciudad, como la Plaza del Campo y las calles de La Cruz o Rua Nueva.
Como en el centro se encontraba
el hotel, paseamos además por otras de las limpias calles intramuros, nos acercamos
a la amplia Plaza Mayor y
contemplamos los monumentos del entorno, algunos de bella arquitectura.
Por la tarde caminamos por lo
alto de todo el perímetro de sus murallas
romanas. Merece la pena estudiar con mayor profundidad esta gran obra de ingeniería,
declarada patrimonio de la humanidad, que yo no detallo por no hacer ya tedioso
el relato.
El recorrido supera los dos
kilómetros, pero resulta cómodo porque todo el suelo es llano o apenas presenta
algún suave desnivel y está cubierto de gravilla. Nos impresionó la anchura de
los muros, concebidos para la circulación hasta de carros, los cuales podrían
cruzarse sin dificultad alguna.
El ambiente de noche era muy
tranquilo, pero más bien hacía frío, hasta el punto de que después de cenar en
un restaurante cercano al hotel, no nos fue posible, como habíamos previsto,
sentarnos en la terraza de éste situada en la sexta planta, para recrearnos con
las vistas de la ciudad iluminada.
El lunes 29 tomamos el tren con
destino a Orense, donde llegamos
poco antes del mediodía. Durante el trayecto disfrutamos contemplando el bello paisaje
verde y montuoso.
Como es habitual en los veranos
de esa ciudad del interior de Galicia, que al igual que Lugo visitaba por
segunda vez, la temperatura era calurosa. Aún así, paseamos por toda la
armoniosa y bien edificada parte central hasta llegar a la Plaza Mayor, la Catedral y las famosas fuentes termales llamadas
Las Burgas, donde brotan las aguas a casi 70 grados. Después del paseo
almorzamos en la terraza de uno de los restaurantes de la zona.
Por la tarde dimos un largo
paseo hasta el monumental puente romano
sobre el río Miño. Desde arriba divisamos en la ribera una pequeña y concurrida
playa.
Antes de recogernos, cenamos
con tranquilidad y con agradable temperatura en una de las terrazas cercanas al
hotel.
El martes día 30 retornamos a
Sevilla por el mismo medio de transporte que a la ida, dando así término a un
viaje imprevisto, pero que al final nos resultó emotivo, placentero e
inolvidable.
Normal. Quien te conoce te aprecia, vayas donde vayas dejas huellas.
ResponderEliminarMe encanta lo del nombramiento del caballero.
Se lee que estuvo muy bien esos dias.
A seguir disfrutando.
Besos.
Pues sí,hija, hasta que nos sea posible seguiremos disfrutando con los viajes. Solo espero que algún día lo puedas hacer.
EliminarBesos.
El 3-9-17, mi amigo Pepe, responde por correo electrónico, comentando que todo lo comentado y las fotos expuestas son muy de agrado de él y de su mujer.
ResponderEliminarUn viaje muy interesante, pues vivisteis variedad de acontecimientos en pocos dias.
ResponderEliminarMe alegra que el trabajo de realizar el árbol genealógico se este haciendo popular en las familias. Aunque esta celebración estuviese acompañada de un triste suceso.
Al mismo tiempo se ve que disfrutasteis de muy buenos momentos y con buena gente.
Preciosos paisajes y bonitas fotografias.
Besos.
Sharon
Pues si, sobrina, un viaje más que disfrutamos en todos los sentidos.
EliminarBesos.
He escrito un testamento pero se ha borrado todo. Pero no dejar de reuniros con buenos amigos y disfrutar todo lo que podáis. Un beso.muy fuerte.
ResponderEliminar.
Pues ya me hubiera gustado leer ese "testamento", pero esas cosas pasan, te "jartas" de escribir y se borra. En rebeldía te niegas a repetir.
EliminarCuando tengáis ocasión os recomendamos hacer un recorrido por la plácida Galicia.
Este año a tocado Italia. Todo resultó inolvidable después de varios contratiempos, que nos convirtieron el viaje casi en una aventura. Ya lo contaré.
Abrazos.
Me pasó lo que a Mari, hace unos dias me levanté inspirada y comenté tu entrada, y de paso conté de mis intensos recuerdos de mi viaje a Galicia. Es una región tan interesante, tan diferente a esa imagen de la España soleada y seca.
ResponderEliminarLo vuestro también ha sido un viaje muy bien aprovechado. Eso que lleváis bailado....eso no os lo quita nadie.
Un beso de tu sobri
Eso me ha pasado también a mi en más de una ocasión, que después de "jarto" de escribir, no se que tecla pulsé que todo se borró. La verdad es que te sientes frustrado y, además, ya todo te sale peor.
EliminarEn aquel viaje, se sumó de forma muy grata la atenciones que recibimos.
Después han seguido dos viajes más que están en "cartera". Seguiremos recorriendo mundo mientras nos sea posible. Nos resulta apasionante ver otros paisajes y otras culturas.
Abrazos.