martes, 3 de septiembre de 2013

Taller de cocina-Mi mujer-Mi amigo Pepe Díez.


A consecuencia del determinante cambio producido en mi situación familiar comentado en una entrada anterior, me vi precisado de aprender a cocinar, al menos lo suficiente para elaborar mi propia alimentación, así que, entre el otoño de 1998 y la primavera de 1999, me apunté a un curso de cocina dentro del programa de talleres impartidos por los Centros Cívicos dependientes del Ayuntamiento de Sevilla.

Con los conocimientos adquiridos, con la práctica y otras aportaciones, terminé por preparar comidas no solo para mí, sino también para puntuales celebraciones familiares, incluso para invitar a algunos amigos. En la actualidad lo continúo haciendo para compartir las tareas domésticas en lo que me es posible. Lo hago con higiene y cariño, que creo que es la base de una buena elaboración que, por otra parte, me sirve de entretenimiento.

Dispuso el azar, el destino o Dios (que cada lector opine según sus creencias), situar junto a mí en la mesa de prácticas, a una apuesta señora que resultó estar libre de compromiso. Tuve así la oportunidad de rehacer mi vida a corto plazo. Enseguida iniciamos una relación de amistad que se fue transformando en sentimental.  Actualmente esa señora sigue siendo: ¡MI MUJER!.


Mi inolvidable amigo, Pepe Díez, me pidió que escribiese las recetas aprendidas y él se encargaría de informatizarlas, encuadernarlas y presentarlas con una cubierta apropiada, a modo de un "libro" de cocina. Tal fue su insistencia, que terminé por ceder y poner manos a la obra, añadiendo otros platos facilitados por familiares. El resultado fue un simple cuaderno, pues no tenía ni conocimientos ni pretensiones para más, pero que a mí me resultó muy útil, o como se suele decir, me hizo el avío. En la portada, donde yo aparezco cubierto con gorro de cocinero, añadió con su gracia innata al conocer la necesidad de mi aprendizaje, el subtítulo: Cocinero a la fuerza. Aunque, en realidad, el arte culinario no me era del todo desconocido, pues desde que llegué la primera vez a Bilbao en 1967, me llamó la atención que, no solo las mujeres sabían de cocina, como era lo habitual en la época, sino que, también la mayoría de los hombres eran entendidos en la materia y la practicaban con frecuencia, así que adquirí algunos conocimientos rudimentarios, que alguna vez puse en práctica.

Añadiré que mi amigo citado era un hombre dotado de una enorme gracia natural, con un relampagueante sentido del humor, eso es, sin necesidad de meditar previamente cuanto decía, como debe ser, de esa forma el humor no pierde su chispa. Cantaba muy bien y bailaba las sevillanas con el arte aprendido en la "universidad de la calle". Pero lo más importante es que, esas cualidades las sacaba a escena en los momentos oportunos, pues tenía claro, sobre todo en reuniones de trabajo fuera de Sevilla, que una cosa es tener gracia y otra muy distinta es ser el "gracioso" de turno. Rompía así de forma premeditada con el tópico del andaluz "fulero" o "jaranero", poco dado a una vida laboriosa que, ¡para nada se ajusta a la realidad!. Precisamente fue un infatigable trabajador, inteligente y honesto.


P.D.- Esta entrada representa el reconocimiento a mi mujer por su compañía y cuido y un homenaje póstumo a mi siempre recordado amigo, Pepe Díez. Como en otras ocasiones, aplico para él el epitafio de la antigua Roma: Que la tierra le sea leve. Mi cariño para su viuda (Pepi) y sus hijos, Rocío y Juani.

21 comentarios:

  1. Le debes mucho a la cocina, sobre todo el haber encontrado a la mujer de tu vida, y el apoyo de tu buen amigo.
    Me encanta la portada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, cierto, llevas toda la razón.
      La vida es sorprendente. Por entonces yo estaba apuntado a los talleres de Conocer Sevilla, con un ambiente distendido y divertido, donde la "oferta" de hombres y mujeres libres era abundante, en cambio fue en un curso austero de cocina, donde apenas nos relacionabamos, todos atentos a las labores culinarias, donde el destino situó junto a mi a la mujer que sería mi complemento.
      Cierto también que mi amigo y su familia me siempre bridaron siempresu apoyo.
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Vaya lío que me he hecho al final, pero no voy a eliminar la respuesta,pues aunque creo que queda claro que quería decir que: Me brindaron siempre su apoyo

      Eliminar
    3. Mari: Aunque eludo en el blog los temas privados, luego lo he pensado y ya que me confirmadoal apoyo de unos amigos, no sería justo dejar en el olvido la ayuda familiar en aquellos momento, con mención especial para mis dos hijos. Mi hija Rosa por su pronta actitud valiente y también mi hijo Francisco Javier y ya no me adentro más en el asunto, poruqe me voy a salir del espíritu de este blog.

      Eliminar
  2. Hombre cuando me fui contigo yo apenas cocinaba así que si tuviste que aprender a fuerzas ja ja y me han servido tus recetas para mi vida familiar y tu mujer genial pero sabes??? eso de sin cargas parece como lo mas importante,,,, anda que si ella pensara lo mismo quien te iba a querer a ti??? pero si es una gran mujer.
    Y pepe diez mi (tio) al que guardo cariño si que te dejo muchos recuerdos buenos y frases celebres ja ja ja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya recuerdo que la abuela tuvo el detalle de venir para enseñarte a poner un guiso de lentejas, aunque después fui yo el "cocinero a la fuerza".
      En cuanto a poner "una señora libre de cargas familiares" llevas toda la razón, en realidad quería decir "libre de compromiso", porque como me expresé, tal parece que los hijos fueran una CARGA.
      Tan aguda observación me ha hecho corregir el párrafo para que se ajuste al sentimiento real.
      Pepe Díez fue nuestro AMIGO. Esa palabra lo dice todo.

      Eliminar
  3. Bueno bueno así me gusta mas. si señor, que te tiene como a un rey y encontrarla sin compromiso y con tanta valía si es cosa de que cada uno lo piense a su manera.... el destino!
    Yo creo que si tu mujer hubiese tenidos hijos serian grandes personas con las que no hubieses tenido problemas. besotes.

    ResponderEliminar
  4. .
    Qué gran tipo Pepe Díez. Y qué gran pasión la suya por la vida y por las tertulias de los bares, que es la mejor vida posible. Un sevillano cabal.

    :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, cierto, pero también tuvo... tuvimos, pasión por el trabajo en el mundo de los aceros especiales.
      En cuanto a tertulias, quizás fuera de la última generación (Tu padre años antes), que gozaron de las tertulias al aire libre en la Plaza Nueva, antes de la llegada de la televisión a España, al menos a nivel popular.
      De aquellos tiempos contaba la anécdota de un contertulio, también llamado Pepe, que ya tenía novia a la que había "regalao" una batería de cocina. Por lo visto, cuando se retrasaba en ir a "pelar la pava", la moza lo rechazaba y le devolvía el regalo y allá que se presentaba de retorno Pepe cargado con los cacharros. Eso se repitió algunas veces y terminaron por motejarlo como "Pepe Peroles" o "Pepe Cacerolas", que no recuerdo el apelativo con precisión. Siempre me resultó gracioso imaginar aquella escena.

      Eliminar
  5. VAS a un curso de cocina y te traes la mejor ración.Y nos alegramos tanto por tí...Me he sentido siempre muy orgullosa de mi tío de Sevilla que empezó una segunda vida cuando la mayoria de los hombres ya se han rendido. Y ahora con esto del ordenador te veo renacer. Lo dicho que eres genial.
    Tu sobri

    ResponderEliminar
  6. Sí querida sobri, me traje la "mejor ración", aunque ahora la situación es un poco triste por causas ajenas a nuestra voluntad, como bien sabes.
    Espero lo esteis esteis disfrutando haciendo algunos viajes con Carmela.
    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Aquí la "perezosa a la fuerza"...ja ja (lo dejo asi)
    Dos cosas que han llamado mi atención: no sabia que conociste a Asun en el curso de cocina,pero como creo que se ha comentado antes te llevaste el 1ºpremio y tambien como es posible que hayan pasado tantos años, quiero decir que en mi recuerdo está más cercano.
    Pero lo importante es que seguís como compañeros en la cocina y en la vida.
    De tu amigo, solo comentar (no tuve el gusto de conocer) que cuando dejas esa huella ¡por algo será!
    besos a todos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, parece increíble que hayan pasado ¡15 años! ya. Queda claro que la vida pasa de una forma fugaz. Hay que aprovecharla.
      Te aseguro que te hubiera encantado conocer a mi amigo Pepe Díez. Claro... y a su familia.
      Un abrazo.
      Se que no eres perezosa, ¡todo lo contrario!, pero hacer un "huequecito" a tanta actividad y repetir visita por Sevilla. Merece la pena.

      Eliminar
  8. Hola Manolo, mi madre y yo hemos leido el blog y nos ha gustado. Agradecemos tus sinceras palabras hacia mi padre. La admiración entre mi padre y tu, como no puede ser de otra forma en amistades de esta magnitud, era recíproca. A mi personalmete tanto en lo que has escrito aquí como en la conversación del último día que estuvimos juntos me has ayudado no sólo a recordar sino a conocer cosas nuevas de mi padre. Ahora se que el humor "relampagueante" de mi padre tiene que ver con el mio que es así también. Además he sabido la historia de tu libro de recetas (del que guardo el ejemplar que tenía mi padre) y la participación de mi padre para llevarlo a cabo.
    Mi madre, mi hermana y yo te mandamos un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Aunque olvidé ponerlo es evidente soy Juani

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí Juani: Por cierto, ¡feliz cumpleaños!
      Diciendo que,por cariño, muchas veces más importante que por "sangre", sois parte de nuestra familia, creo que sobran palabras.
      Un abrazo a todos.

      Eliminar
  10. En tu libro de cocina podrías poner alguna recetita de repostería, de esas d las que tanto te ríes cuando las ves en mi blog.
    Tengo que reconocer, que los potajes y guisos que he probado en tu casa estaban riquísimos doy fe de ello, sobre todo el que comí el día que me puse de parto d mi hija Claudia. No deje la cuchara hasta que la niña dijo "aquí estoy yo" y me fui corriendo al hospital donde eché más garbanzos que el niño del chiste de Pago Gandia,jajaja "ojú que jartá de garbanzos me pegué antes de dar a luz". Será por eso la tirria que les tiene mi hija.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, no, lo que pasa es que la repostería la tomo con humor, porque no la domino.
      Sí nos acordamos se aquel día del parto de Claudia. Pienso que parir "jarta" de un buen cocido es un sedante colectivo, a lo mejor no hace falta ni anestesia, pues es posible que los gases libres adormezcan hasta a los médicos y comadronas. Pero... y lo "salá" que ha salido mi niña

      Eliminar
  11. Aunque llego tarde a este relato, no quiero dejar pasar la oportunidad de mostrar mi enorme simpatia y gratitud hacia Asun.
    Primero por lo que ha representado para tu vida y en la misma medida agradecer su cariño y cordialidad.
    Sé que son momentos díficiles para ella, por tanto mi sinceras condolencias.

    ResponderEliminar
  12. Este último comentario es de Julio el "despitao"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre mi querido Julito el "olvidadizo".
      Acabo de leer a Asun tus emotivas palabras. Su gratitud.
      Estoy tan de acuerdo en todo cuanto dices, que sobran palabras.

      Eliminar